Ayer y hoy

Me agarró la nostalgia, sí, estoy viejo. Llegan las fiestas y uno reflexiona sobre el año y la vida. ¿Dónde estoy? ¿Acá quiero estar? ¿Dónde quiero estar? ¿Qué es es esta mancha en la piel? Me puse a pensar: ¿Todo tiempo pasado fue mejor? ¿Ahora estamos mejor? Ahora tenemos más acceso a todo, tanto información como productos, ya no tenemos que esperar 2 años para que llegue algo oficialmente al país o para tenerlo, los autos cada vez tiene mayor seguridad y comodidad, podemos ver películas casi o mejor que en el cine, podemos llamar y recibir llamadas de cualquier parte del mundo, tenemos variedades de comida para comer sin mover un dedo de nuestra casa, los videojuegos son cada vez más realistas. ¿Pero es mejor? Pongo un par de comparaciones entre el ayer y el hoy para que pensemos si estamos evolucionando o nos volvemos cada vez más pelotudos, producto del ostracismo y el avance tecnológico.

ANTES	AHORA
Te memorizabas todos los números telefónicos de tus amigos y algunos más por las dudas. O los terminabas anotando en una libretita pedorra de papel ya amarillento por el paso del tiempo. Tenías que acordarte del cumpleaños de todos o te los perdías.	No tenés idea del número de tu vieja, los tenés a todos en tu propio celular. ¿Cumpleaños? El mismo celular avisa y si no Facebook proveerá.
Se compraba una Coca para un domingo y nada más. La Coca era la “familiar” de un litro. Alcanzaba para todos y nadie se quejaba.	Coca casi todos los días, no vaya a ser que el estómago se acostumbre al agua o un jugo. Si se acaba una Coca hay dos más que la reemplacen.
¿Coca para los cumpleaños? Jugo Saldán o Tang diluido en 4 galones de agua servido en vasitos de plástico que tenía un payasito mal impreso.	No se toma otra cosa que Coca. ¿Jugo? JAMAS. Ahora es agua saborizada de pera a lo sumo para el que no toma Coca. ¿Se acuerdan cuando el agua saborizada se llamaba JUGO?
Cuando eras chico viajabas en la falda de tu vieja en el auto, acostado en la luneta, pasándote de asiento, jugando con un tigre, durmiendo arriba del capot y nunca te pasó nada.	Si no viaja el nene en el asiento de atrás es una muerte 100% asegurada.
Había un auto para toda la familia y mamarla. Sin aire, dirección y de pedo se bajaban las ventanillas. Lo dejabas a la interperie por que se bancaba. ¿Alarma? ¿Quién va a querer robar eso?	Si no tiene MP3, dirección asistida, levantavidrios eléctricos, cierre centralizado, alarma, un carlitera, dvd en los posacabezas , licuadora y recibe Direct Tv es una cagada.
Había un solo televisor con señal de aire. El tele era el viejo ese Telefunken de la abuela y veíamos todos lo mismo sin chistar. ¿No te gustaba? A dormir.	Ahora hay un tele casi por cada habitación con cable para que cada uno vea lo que tiene ganas. El tele no puede ser de menos de 29 pulgadas o LCD.
¿Te gustaba una canción? Esperá que la pasen en la radio de nuevo y tratá de grabarla. Te la pisaban 30 segundos así que tenías una canción con información de la hora, el clima y cómo salió Boca ese finde.	Taringa.
Tenías una discusión sobre algún tema en particular y ahí quedaba. Dos puntos de vista, ninguno tenía razón.	“Googlealo, vas a ver que tengo razón, el cuack del pato no produce eco”. Toda la información del mundo a un click de distancia.
Para los trabajos del cole había que buscar la vieja Santillana, copiar a mano, subrayar, sacar fotocopia de algún cuadro, pegarlo en la hoja, recortar esa vieja Billiken que salía San Martín.	Copiar y pegar Wikipedia.
Si querías ver una película ibas al cine, te bancabas la hora de cola, al pendejo que gritaba atrás, a la gorda al lado tuyo, a todo el equipo de Básket de Ucrania que había ido a ver justo Rocky II ese día. Pero salías, te dispersabas, charlabas, conocías otros lugares.	La bajás, la ves en tu súper tele de 40 pulgadas y que nadie te rompa las pelotas.
Te llamaban o llamabas. Si estaba la persona estaba, si no estaba, volvían o volvías a llamar. Así de simple.	Si no atendés el celular o no atienden de seguro le pasó algo, está muerto o un grupo terrorista checheno lo secuestró ya está vendiendo los órganos en Colombia.
Jugabas de chico en la calle y pedías agua a la vecina y tomabas del pico o de la manguera y no pasaba nada.	Ahora el agua es mineral porque el agua de la canilla tiene una mezcla entre plutonio, azufre, mercurio y un ligero toque de limón para darle sabor. Es un milagro que las cañerías resistan todavía.
¿Delivery? Si querías comer algo, tenías que ir al lugar. Opciones: Pizza, empanadas o pollo.	Tu heladera parecen las páginas amarillas, podés pedir hasta un avión a domilio.
¿Se acuerdan cuando uno necesitaba un plomero y buscaba la guía de teléfono para consultar las Páginas Amarillas?	Google: Plomeros Córdoba. Si no sale, no hay plomeros en Córdoba.
Salir a tomar algo era: coca, cerveza, destornillador o un whiscola, hielo a gusto. Nada más.	Tenés una carta de tragos más larga que la constitución, con helado, sin helado, con speed, con chocolate, si viene servido por un enano.
Navidad y Año Nuevo era una celebración. ¿Se acuerdan cuando venía el Niñito Dios y no Papá Freaking Noel? Te traía un juguete y a cuidarlo hasta tu cumpleaños o el día del niño porque no había otro.	¿Quién es Jesús? ¿El jardinero? 12:01, ya brindaste, cada uno por su lado. 30 mil juguetes para los más chicos por un peso cada uno. Ahora piden notebooks los chicos.
La vacaciones eran en familia y hasta donde llegara el auto con la nafta que tenía el tanque. Hielerita, sánguches de miga y jugo era todo lo que necesitabas.	Si no es en avión al norte de Brasil o Venezuela no es vacación. ¿Cómo te vas a ir a Mina Clavero una semana? Es re grasa.

Y un montón de cosas más. Como dije al principio, no sé si será o mejor o peor lo que sí creo es que nos hemos vuelto más pelotudos. Ya no retenemos nada, no necesitamos hacerlo, total, todo lo puede hacer un aparatito por nosotros. Sumado a que creemos que vamos a ser más felices pagando 4000 pesos por ir una semana a Buzios que 1000 en Nono. Y ni mencioné que las personas se iban de la casa a los 18 años. Ahora es “normal” tener 30 y vivir en la casa paterna todavía. La verdad que esta generación se está yendo al caño y lo peor es que yo estoy dentro de esa generación. Para colmo no es que hablo “hace 100 años”, pasaron 20 años de todo esto. Yo lo viví. No sé si antes éramos más felices, pero nos contentábamos con menos, o con lo que había. Ahora siempre queremos más, más y más y para colmo nos volvemos más idiotas en el proceso porque no necesitamos pensar para conseguirlo. Sí carajo, me puse viejo y nostálgico.