Blackout

Veamos, es Jueves Santo, dormí como un marsupial después de una tableta de valiums, podría estar ahora charlando de política exterior con una mina en algún barsucho pensando si le voy a tocar una teta, pero no, estoy acá, firme como un potus escribiendo boludeces para el blog. Muchos (bue, “muchos”) se preguntarán de mi salida del miércoles pasado 1 de abril y por qué todavía no comenté nada. Primero, porque no se me cantó la regalada gana; segundo porque no creo que se considere salida si estuviste media hora en un lugar y te tuvieron que devolver a tu casa porque la gravedad te ganaba; tercero porque no necesito tres razones, dos son más que suficientes.

El asunto fue el siguiente, el miércoles primero de abril nos preparamos para salir a un bar nuevo en la esquina de Mitre. El Sr. Enrique “Se te acabó la joda” M. tuvo la valentía de comprarme dos speeds para acompañar el poco más de cuarto de botella de vodka que quedaba en la casa del Sr. Darío “Con auto nuevo y sigo solo” D’A. Llegando elegantemente tarde decidí aventurarme en terminar ese líquido transparente, amargo y alcoholizante que los rusos llaman “agua”. Sirviéndome casi en un balde le di como mi vida dependiera de ello y Dios me estuviera apuntando con un arma en la sien diciendo “Bebe (click)”.

Algunos datos del alcohol:

-Entra en el torrente sanguíneo a los 5 minutos de ser ingerido.

-Y es quemado (metabolizado) entre 30 y 60 minutos después.

O sea, lo que tomás ahora, en 45 aproximadamente te hace efecto para ponerte en pedo. El problema es que si tomás todo de golpe.

Otros datos curiosos sobre el alcohol:

-Te emborracha.

-Solo es horrible, pero si se lo mezcla con algo es riquísimo y pasable.

-Hace a las mujeres más bellas.

-Nos hace invulnerables a las críticas.

-Generalmente viene en estado líquido.

-(este no lo sabía) Sirve, me han contado, para esterilizar heridas.

Luego de una hora de tomar, llegamos al bar/boliche en cuestión y ahí comenzó la debacle. La coordinación mano/ojo/piernas/cerebro/habla/respiración comenzó a disminuir drásticamente y ahí fue cuando me convertí en un metrónomo humano e inicié la batalla ancestral del Hombre vs La Gravedad. Empecé a hablar fluidamente en “Demonio de Tazmania” mientras algún amigo hacía de bastón. No conforme con esto, había happy hour de bebidas ¿Y adivinen qué?. Media hora después fui llevado a mi casa porque mis amigos suspendieron la pelea contra La Gravedad tirando la toalla porque en cualquier momento me iba moler a palos.

No, no voy a contar los detalles de mi vieja saliendo a la puerta viéndome llegar en ese estado, tampoco voy a comentar que me agarraba de las paredes para caminar y llegar a mi pieza. Sólo voy a decir que no hubo forma de recuperarme. Al otro día estuve a migral y uvasal, nada más. Así y todo el viernes estaba destruido. Para mí que fue algo que me pusieron en los hielos. El agua estos días viene muy contaminada. En fin, esa fue mi salida, que como dije antes, yo no la catalogo como tal, porque para que te ponga puntos en un partido tenés que jugar por lo menos 30 minutos y yo no creo que haber llegado a 25. Les dejo las fotos, que no son muchas porque bueno, no hubo mucho tiempo para sacarlas tampoco. Saludos.