Bueno, ¿Por dónde empezar? Como dicen algunos, todo perro tiene su día, y el nuestro fue el sábado 10 de enero de 2009. ¿Cómo describirlo? Bueno, digamos que: anduvimos en lancha por todo el lado, estacionamos (¿estacionamos o atracamos se dice Quique?) lancha en un parador. Sí, literalmente fuimos en bote. Nos bajamos, descorcchamos un Baby Chandon Rosé y a los dos segundos llegó Meolans (en otro lancha, ob-vio). Mientras que nosotros ya estábamos con todo el equipo de Talleres de Córboba ya la cola Reef 2007 (no, no es el Turko) Florencia Tesouro. Como si eso fuera poco, nos aburrimos de tanto glam o tan poco, para nosotros, bah. Y volvimos a andar en gomón por el medio del lago a los porrazos.
Después de quemarnos, literalmente, decidimos ir a quemarnos, metafóricamente. Así que partimos hacia Boca de Lobo a tomar algo, forrear a The Midget e ir a Kubik. Antes de entrar nos dijeron vía SMS “Digan que vienen de parte mía”. Ok. Llegamos, quisimos pasar:
-Chicos, son 15 pesos con consumición la entrada.
-Venimos de parte de Poroto.
(sale el dueño de atrás del patovica)
-Dejalos pasar, son amigos, hola, cómo les va.
Ya dentro, con el ego por la estratósfera decidimos, como en las viejas épocas, tirarle y a lo que se moviera y a lo que no. ¿Y saben qué? Lo dije antes y lo digo de nuevo, esto está volviendo too fucking easy. No sé, si sigue así voy a tener que cambiar el nombre del blog a Winning Eleven me parece.
El Video:
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