Del Inframundo de Hades al Olimpo de Zeus sin escala. Del Tártaro a los Campos Elíseos de un solo envión. Como un Ave Fénix que emerge de sus cenizas, renació como un nuevo ser superior que provee de deleite y goce a las ninfas lujuriosas que sólo buscan satisfacer sus más bajos instintos carnales. No estaba muerto, no se había quedado a la deriva en su barcaza al otro mundo, sólo estaba curando sus heridas de guerra para resurgir como una divinidad de la libido, el desenfreno y las fuckfests. Era mi deber rendirle un mínimo y humilde tributo por lo logrado en las últimas dos semanas. Creó de sí mismo un mito que traspasó la leyenda. ¡Salve oh Dios del éxtasis, el placer y las gangbangs los que van a morir, te saludamos!
PD. GROSSO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario